Santos


ROSA MÍSTICA

María Rosa Mística y madre de la Iglesia, hoy particularmente,
me pongo bajo tu protección maternal para recibir tu alegría,
tu fortaleza, tu consuelo y la curación de esta enfermedad que
actualmente me aqueja y cuyos dolores acepto y te ofrezco para
la salvación de mi alma. Te lo suplico humildemente confiando en tu poder y tu bondad por Jesucristo nuestro Señor.
Amén.
(Rezar 3 Avemaría y 1 Gloria al Padre para honrar las 3 rosas de la Virgen)



VIRGEN MARÍA DE LA MEDALLA MILAGROSA
ORACIÓN DE CONSAGRACIÓN A LA MILAGROSA
Postrado ante vuestro acatamiento, ¡Oh Virgen de la Medalla Milagrosa!, y después de saludaros en el augusto misterio de vuestra concepción sin mancha, os elijo, desde ahora para siempre, por mi Madre, Abogada, Reina y Señora de todas mis acciones y Protectora ante la majestad de Dios. Yo os prometo, virgen purísima, no olvidaros jamás, ni vuestro culto ni los intereses de vuestra gloria, a la vez que os prometo también promover en los que me rodean vuestro amor. Recibidme, Madre tierna, desde este momento y sed para mí el refugio en esta vida y el sostén a la hora de la muerte. Amén.

PARA OBTENER UNA GRACIA ESPECIAL

¡Oh María, consuelo de cuantos os invocan!. Escuchad benigna la confiada oración que en mi necesidad elevo al trono de vuestra misericordia. ¿A quién podré recurrir mejor que a Vos, Virgen bendita, que sólo respiráis dignidad y clemencia, que dueña de todos los bienes de Dios, sólo pensáis en difundirlos en torno vuestro? Sed pues mi amparo, mi esperanza en esta ocasión; y ya que devotamente pende de mi cuello la Medalla Milagrosa, prenda inestimable de vuestro amor, concededme, Madre Inmaculada, concededme la gracia que con tanta insistencia os pido.

PARA OBTENER LA CONVERSIÓN DE UN PECADOR

¡Oh Virgen Inmaculada, verdadera escala por donde pueden los pecadores llegar al reino de Dios! Mostraos tal en la conversión de este infeliz que eficazmente encomendamos a vuestro patrocinio; iluminad su inteligencia con los rayos de luz divina que proyecta vuestra Medalla, para que conozca la vida peligrosa que arrastra, la inmensa desventura en que vive alejado de Dios y el terrible castigo que le espera; y, sobre todo, dejad sentir vuestra influencia sobre su corazón para que llore la ingratitud con que mira a Dios, su Padre amoroso, y a Vos, su tierna y cariñosa Madre. Tendedle vuestra mano ¡oh Virgen Purísima! arrancadle del cautiverio del pecado, sacadle de las tinieblas en que yace y conducidle al reino de la luz, de la paz y de la divina gracia.

PARA OBTENER LA CURACIÓN DE UN ENFERMO

¡Oh María, sin pecado concebida, cuya inmensa bondad y tierna misericordia no excluye el alivio de este amargo fruto de la culpa que se llama enfermedad de la cual es con frecuencia víctima nuestro miserable cuerpo! ¡Oh Madre piadosa, a quien la Iglesia llama confiada ¡Salud de los enfermos! Aquí me tenéis implorando vuestro favor. Lo que tantos afligidos obtenían por la palabra de vuestro Hijo Jesús, obténgalo este querido enfermo, que os recomiendo, mediante la aplicación de vuestra Medalla. Que su eficacia, tantas veces probada y reconocida en todo el mundo, se manifieste una vez más: para que cuantos seamos testigos de este nuevo favor vuestro, podamos exclamar agradecidos: La Medalla Milagrosa le ha curado.

PARA DAR GRACIAS POR UN FAVOR RECIBIDO

¡Oh dulce y gloriosísima Virgen María! He dirigido mis humildes súplicas a vuestro trono, y he conocido por experiencia que nunca se os invoca en vano; que vuestros ojos miran complacidos a quien en vuestra presencia se postra; que vuestros oídos están atentos a nuestras plegarias; que vuestras manos vierten bendiciones a torrentes sobre el mundo entero, y en particular sobre los que llevan con confianza la Medalla Milagrosa. ¿Cómo pagaros, Madre Inmaculada, tanto favor? De ningún modo mejor que proclamando vuestra bondad y difundiendo por todas partes vuestra bendita Medalla, como me propongo hacerlo desde este día en testimonio de mi agradecimiento y de mi amor. Dadme gracia, Madre mía, para llevarlo a cabo.


Hecha la señal de la Cruz y recitado el Señor mío Jesucristo, se rezará lo siguiente:

ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS

Oh María, sin pecado concebida, vedme postrado a vuestras plantas, lleno de confianza. Ese vuestro rostro purísimo, esa amable sonrisa de vuestros labios, esas manos cargadas de celestiales bendiciones, esa actitud amorosa que habéis adoptado para recibir a los que vienen a Vos, esos ojos fijos en la tierra para observar nuestras necesidades y venir en nuestro auxilio, todo, todo me inspira amor, confianza y completa seguridad. Y como si esto fuera poco para alejar de nosotros toda duda habéis empeñado solemnemente vuestra palabra en favor de los que lleven la Santa Medalla, diciendo a vuestra sierva, Sor Catalina Labouré: "Cuantos llevaren esta Medalla, alcanzarán especial protección de la Madre de Dios."

Madre mía amantísima: Vos sabéis que la llevo sobre mi pecho, que la beso con amor y que os invoco con frecuencia. Realizad, pues, en mí vuestras promesas; venid en mi auxilio, cubridme con vuestra protección, para que Jesús se apiade de mi pobre alma y merezca conseguir por vuestro medio la gracia, que pretendo con este triduo a vuestra Santa Medalla.

Oh María, sin pecado concebida; rogad por nosotros que recurrimos a Vos.



Oración de DESATANUDOS

MARÍA Desatanudos
Santa María , madre de
Dios y madre nuestra,
Tú, que con tu corazón
materno desatas los
nudos que entorpecen
nuestra vida te pedimos
que nos libres de las
ataduras y confusiones
con que nos hostiga el
que es nuestro
enemigo.



Ave María

Dios te salve, María, llena eres de gracia, el Señor es contigo. Bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.










Padre nuestro

Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén.
Credo

Creo en Dios, Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos. Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén

Santisima Trinidad

¡Oh Trinidad eterna! Tú eres un mar sin fondo en el que, cuanto más me
hundo, más te encuentro; y cuanto más te encuentro, más te busco
todavía. De ti jamás se puede decir: ¡basta! El alma que se sacia en
tus profundidades, te desea sin cesar, porque siempre está hambrienta
de ti, Trinidad eterna; siempre está deseosa de ver tu luz en tu luz.

 Como el ciervo suspira por el agua viva de las fuentes, así mi alma
ansía salir de la prisión tenebrosa del cuerpo, para verte de verdad...

¿Podrás darme algo más que darte a ti mismo? Tú eres el fuego que
siempre arde, sin consumirse jamás. Tú eres el fuego que consume en sí
todo amor propio del alma; tú eres la luz por encima de toda luz...
Tú eres el vestido que cubre toda desnudez, el alimento que alegra con
su dulzura a todos los que tienen hambre. ¡Pues tú eres dulce, sin
nada de amargor!
¡Revísteme, Trinidad eterna, revísteme de ti misma para que pase esta
vida mortal en la verdadera obediencia y en la luz de la fe santísima,
con la que tú has embriagado a mi alma!




SAN EXPEDITO
San Expedito te amo y te necesito, estás en mi corazón, bendíceme y bendice a mi familia, mi hogar, mis amigos y enemigos (porque de ellos también aprendí), guarda mis bienes espirituales, mis sueños y proyectos, sé mi abogado y ejerce tu sabiduría para defenderme de los problemas que padezco. Protégeme de los males que me acechan y aleja de mí a aquellos que solo desean mi perdición. Hoy te pido me concedas la gracia de... (decir el pedido) y me comprometo a difundir tu nombre y tu capacidad de escucha; en nombre de Jesús ... Amén.



SAN JORGE
Glorioso San Jorge, modelo y protector. Tu vida se nos ofrece llena de valentía y fortaleza en la confesión y defensa de la fe. Hoy estamos necesitando con urgencia esas virtudes y testigos que las vivan. Intercede por nosotros ante Dios y alcánzanos vivir el envangelio con fidelidad y sin claudicaciones.
Y tú, Señor;  haz que San Jorge sea para nosotros un protector valeroso en nuestras debilidades y en nuestros apuros. TE lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor. Amén.


SANTIAGO APOSTOL
Apóstol Santiago, elegido entre los primeros,
tú fuiste el primero en beber el cáliz del Señor,
y eres el gran protector de los peregrinos;
haznos fuertes en la fe y alegres en la esperanza,
en nuestro caminar de peregrinos,
siguiendo el camino de la vida cristiana.
Aliéntanos para que, finalmente,
alcancemos la gloria de Dios Padre.

Amén.


Tú que fuiste hombre de carácter y ambicioso,
ayúdanos a ser fuertes en la fe y en ambicionar los bienes del cielo. Tú, el primero en derramar la sangre por Cristo,
ayúdanos con más radicalidad, a volcarnos por el Evangelio
Tú, predilecto del Señor, enséñanos a vivir más unidos a El.
Tu, que valientemente te acercaste hasta España,
empújanos para llevar el mensaje de salvación
a todos los rincones de nuestra patria.
Tú, que en el camino hacia el corazón de los hombres,
encontraste la ayuda prodigiosa de Santa María,
que sea Ella, también, el pilar para fortalecer nuestra fe.
Tú, que te aventuraste a sembrar en el final de la tierra,
haz que no tengamos miedo para seguir siendo portadores y anunciadores de Cristo.
Tú que dejaste caer la semilla en el surco de nuestra tierra
sé nuestro patrón para desarrollar y dejar la huella de Jesús en los hombres y mujeres de nuestro tiempo.
Tú, que en el Campo de las Estrellas de Galicia sigues brillando con singular fuerza, ayúdanos a destellar por la fuerza de nuestras palabras por el testimonio de nuestras obras y por la grandeza de nuestra fe.
Tú, que bebiste el trago amargo del cáliz del Señor, levántanos cuando, en el afán evangelizador, nos asolen las pruebas o pesen las cruces.
Tú, que eres punto final de un camino; conviértenos en puentes entre Dios y los hombres en estrellas que iluminen la noche oscura en senderos que lleven al encuentro con Jesús en posadas donde los corazones descansen en horizonte de un mañana mejor en palabra oportuna frente al desaliento y la desesperanza.
Y, si en los atajos inciertos y traicioneros de la vida, nos perdemos, confundimos o nos aturdimos
indícanos con tu mano y, ante el Espíritu, intercede para que volvamos a la amistad con Jesucristo.
Amén

SAN BENITO
Santísimo confesor del Señor; Padre y jefe de los monjes, interceded por nuestra santidad, por nuestra salud del alma, cuerpo y mente.
Destierra de nuestra vida, de nuestra casa, las asechanzas del maligno espíritu. Líbranos de funestas herejías, de malas lenguas y hechicerías.
Pídele al Señor, remedie nuestras necesidades espirituales, y corporales. Pídele también por el progreso de la santa Iglesia Católica; y porque mi alma no muera en pecado mortal, para que así confiado en Tu poderosa intercesión, pueda algún día en el cielo, cantar las eternas alabanzas.
Amén. Jesús, María y José os amo, salvad vidas, naciones y almas.
Se rezan 3 Padres Nuestros, Ave Marías y Glorias.
 





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Diosa de la FORTUNA... LAKSHMI …

Lakshmi es la diosa de la fortuna y se representa sentada en un loto, con monedas y dos elefantes. Lakshmi es la divinidad que atrae el amor, la belleza, la alegría y la abundancia en la vida. Es la diosa que representa la rueda de la fortuna, el arquetipo de la buena suerte.

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